¿Acepto usted a Jesus como su salvador?
lunes, 26 de enero de 2009
¡Córcholis! Cuatro Años Para el Fin del Mundo
Esto es solo principio de dolores de parto, en la gran tribulación desaparecerán todas las islas MUNDIALMENTE y muchos poblados y grandes ciudades de varios países en sus costas quedaran cubiertos por el mar. Mas como los días de Noe hoy MUCHOS NO ENTIENDEN los momentos proféticos que vivimos, JESÚS VIENE PRONTO, IGLESIA despierta tu que duermes, nuestra redención esta a las puertas...Apocalipsis 6:14 y 16:20
El frío que se ha desplomado sobre el hemisferio norte en este invierno no parece haber enfriado los ánimos de James Hansen, el socio de Al Gore en el fraude del calentamiento global. De diez años de tiempo que teníamos antes de la catástrofe climática, ahora Hansen ha reducido el plazo para la llegada del Armagedón a cuatro años.
En el Observer del domingo 18 de enero, Hansen hace jugosas declaraciones, a las que iremos insertando los comentarios apropiados, no sea que los lectores vayan quedando convencidos por la 'sensible' argumen-tación de Hansen y sean inducidos al error. Los argumentos de Hansen son como el canto de las sirenas que embrujaba a los compañeros de Odiseo (a) Ulises. Sólo hay que ir poniendo, de vez en cuando, un poco de cera suministrada por el mundo real para evitar el hechizo:
El Presidente 'tiene cuatro años para salvar a la Tierra'
Estados Unidos debe tomar el liderazgo para evitar el eco-desastre
Barack Obama tiene tan sólo cuatro años para salvar al mundo. Esa es la cruda evaluación hecha por el científico experto del clima en la NASA James Hansen quien la semana pasada advirtió que sólo una acción urgente del nuevo presidente podría detener al devastador cambio climático que ahora amenaza a la Tierra.
De manera crucial, esa acción deberá ser tomada dentro del término de la primera administración de Obama, añadió.
El crecimiento acelerado de las emisiones de carbono ya está causando el derretimiento de los casquetes polares y amenazan con gatillar una inundación global, extensa pérdida de especies y graves perturbaciones en los patrones del tiempo en el futuro cercano. “No podemos permitirnos demorar el cambio más tiempo,” dijo Hansen. “Tenemos que encaminarnos en una nueva ruta en esta administración. Sólo tenemos cuatro años para que Obama establezca un ejemplo al resto del mundo. América debe tomar la punta.”
Mintiendo con cara de piedra
Cáspita!, y “Por mil bombas!” diría el pirata Morgan. Con este tenor alarmista en las declaraciones con que se expresan los proponentes del “cambio climático Algoreano”, no nos extraña que miles de niños y jóvenes en Estados Unidos están bajo tratamiento psiquiátrico por el temor al Apocalipsis Climático. Pero cuando se examina la dura realidad que el mundo nos muestra día a día, esas afirmaciones de Hansen no sólo suenan muy anticientíficas, sino a mentira deliberada. Veamos el estado de los hielos del Ártico a Enero 17, 2009, según el gráfico de IARC-JAXA Information System (IJIS), que muestra con curvas de colores la extensión del hielo ártico registrada por los satélites.
La rayita roja a la izquierda indica la curva que viene trazando el crecimiento del hielo del Ártico. Como se puede ver, ha sobrepasado la extensión que tenían los hielos en todos los años anteriores, menos el 2003. Pero la velocidad récord a la que viene creciendo hace creer a los expertos que pronto la superará y marcará un nuevo récord de velocidad crecimiento y extensión.
Bien, ya vimos que Hansen miente en cuanto al derretimiento del hielo del Ártico. No es nada nuevo. Por otra parte, dado que el hielo ártico es hielo flotante, el derretimiento de ese hielo no añade ni una centésima de milímetro al nivel de los mares. Que un “experto” ignore eso es algo serio, pero que espere que los demás se lo crean es ridículo.
Pero ¿y el hielo de la Antártida? Como en la Antártida está el 90% del hielo del mundo, si se derrite podría hacer subir el nivel del mar en bastantes metros. Sin embargo, aunque eso no ha sucedido en varios cientos millones de años, también es importante saber que en 2008, el año que acaba de terminar, mostró un creci-miento récord del hielo marino alrededor del continente blanco, batiendo todos los récords anteriores desde que se controla mediante los satélites. Esta imagen, cortesía del National Snow and Ice Data Center mues-tra si el hielo de la Antártida se derrite o aumenta. La línea naranja es el promedio de la extensión. Lo que se considera "normal". Compárese con la extensión del área en blanco. Juzgue el pueblo:
Y este gráfico de las temperaturas de algunas bases en la Antártida muestra que la temperatura está descendiendo de manera constante desde hace unos 30 años:
Van dos mentiras, ¿cuál es la próxima?
Bien. Ya hemos pescado a Hansen en dos mentiras consecutivas. ¿Cuál sería la razón para que el resto de sus afirmaciones no sean otras mentiras? Por cierto, en boca del mentiroso, lo cierto se hace muy, pero muy dudoso.
Pero no se arredra Hansen y manda al frente otra de esas mentiras que hacen historia:
Hansen dijo que los actuales niveles de carbono en la atmósfera ya eran demasiado elevados para impedir un calentamiento global desbocado. Y sin embargo los niveles siguen aumentando a pesar de todos los esfuerzos de políticos y científicos.”
Evidentemente, Hansen no ha aprobado en la universidad la materia paleoclimatología. Es la opinión gene-ralizada, apoyada por numerosos estudios al respecto, que en el pasado geológico de la Tierra los niveles de CO2 en la atmósfera variaban entre 1000 y 7000 partes por millón, unas 20 veces más altos que los actuales, y que no había ningún tipo de “calentamiento global desbocado” como asevera el delirante de la NASA. Por ejemplo, del reconocido estudio de Christoper Scotese et al., se observa que los aumentos y las disminuciones de las de la temperatura no guardan ninguna relación con los niveles de CO2 en el ambiente. Si alguien encuentra alguna relación entre ambos le ruego que me lo indique:
De modo que ya son tres las mentiras consecutivas. ¿Hay más?
Hansen –director del Instituto Goddard de Estudios del Espacio y ganador de mayor premio del WWF por la conservación – fue el primero en advertir en 1988 sobre el peligro del cambio de clima y ha sido la víctima de varios intentos infructuosos de la Casa Blanca y la administración de George Bush de silenciar sus opiniones.
Bueno, con más o menos unas 1600 declaraciones públicas hechas por año a los medios, promocionando su fraude pseudocientífico, no se puede decir que se haya impedido a Hansen opinar. Pero lo interesante ahora es conocer el éxito de sus predicciones en relación al aumento catastrófico de la temperatura en la Tierra. Hansen basa sus profecías en el resultado de sus muy cuidadosamente programados modelos computados del clima. Como se sabe, de acuerdo al axioma de oro de la computación –Basura entra, basura sale– los resultados indican exactamente lo que Hansen ha programado que sus modelos profeticen. Entonces, como decía Julian Huxley, “Ha sucedido una catástrofe científica: una bella teoría acaba de ser destrozada por un hecho del mundo real.” El próximo gráfico muestra las curvas de colores con las proyecciones del aumento de la temperatura que hizo Hansen (y otros científicos en diversos centros de investigación), en una tendencia ascendente realmente alarmante, y lo que el mundo real nos ha mostrado en los últimos años. Una caída estrepitosa de la temperatura que los famosos modelos no pudieron profetizar.
Predicciones de modelos comparadas con las temperaturas observadas
Fuente: IPCC, Informe AR4, 2007. Gráfico del autor basado en datos de UAH.
También hemos comprobado que Hansen y su instituto GISS “masajea” los datos que reciben sobre las tem-peratures de estaciones alrededor del mundo. Por ejemplo, estuvieron “corrigiendo” las temperaturas de registros antiguos llevándolas hacia abajo, y aumentando las de los últimos años para mostrar una tenden-cia hacia el calentamiento. Una práctica reprobable como mínimo, para ser bondadosos con su actitud. Pero en Octubre pasado fueron pescados in fraganti publicando que Siberia había tenido un aumento en ese mes de +8ºC! Algo insólito. Esa medición espuria hizo que los registros globales indicaran que el 2008 había sido el 8º más cálido en la historia, lo que es un dislate tremendo. Pero ese dislate es el que fue publicado por la prensa como prueba del calentamiento causado por los malignos seres humanos. Cuando se comprobó el error (error?) nadie se enteró. La prensa se mantuvo callada al respecto pero siguió inyectado combustible a la propaganda de calentamiento Algoreano catastrófico.
Y todo eso a pesar de que en el hemisferio norte están cayendo todos los viejos récords de temperaturas heladas, algunos establecidos en 1882, o a principios del Siglo 20 cuando comenzaba la salida desde la Pequeña Edad de Hielo. La prensa siempre hace su negocio. Nada nuevo. El clima cambia de manera constante. Nada nuevo también. Los ciclos climáticos se repiten y decir que tampoco es nada nuevo ya sería un exceso.
¿Cuál es el motivo que impulsa a Hansen a hacer declaraciones que son a todas luces mentiras deliberadas? La razón está en que la naturaleza no está cooperando con los planes de la dupla Gore-Hansen. Las evidencias de que la Tierra ha entrado en un nuevo ciclo de enfriamiento son demasiado convincentes y el tiempo está corriendo en contra de los impulsores del fraude del tráfico de bonos de CO2. Una vez que el público se haya dado cuenta de que el “calentamiento global” es cosa de la historia, y que debemos afrontar una época de grandes y perjudiciales fríos, se negará a aceptar la imposición de impuestos y alzas en los costos de todos los productos de consumo.
Con seguridad habrá reacciones en contra de esas medidas. Ya hubo demostraciones en Poznan de los mineros polacos y los obreros metalúrgicos alemanes, que forzaron a la ministra Angela Merkel a repensar las consecuencias que las políticas del “cambio climático” tendrán para su país. La marea del calentamiento será reemplazada, con toda seguridad, por la histeria por el “enfriamiento global”. Pero no lo dude ni un instante: los culpables seguiremos siendo los seres humanos y nuestras malas costumbres de vivir bien. Hallarán los motivos por los que las actividades humanas han producido el enfriamiento y los pícaros de siempre propondrán los mismos impuestos y las mismas restricciones al uso de la energía y los combustibles fósiles. Esa gente ha aprendido la lección.
Ahora es necesario de que la gente normal también aprenda la lección que los científicos útiles al sistema y los políticos inescrupulosos nos han enseñado: nunca, pero nunca más vuelvan a creer lo que los medios de comunicación le cuentan sobre el futuro del clima. Y no los voten otra vez. El escepticismo es una rara virtud, y un excelente seguro contra las estafas.
Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
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