. . Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. .'' (Daniel 8:25)
El presidente de EE.UU., Barack Obama, estudia el envío de tropas de la Guardia Nacional a la frontera entre su país y México ante la violencia generada por el narcotráfico, indicó hoy la Casa Blanca.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que Obama ha recibido “peticiones específicas” para autorizar el envío de tropas.
“El presidente se ha comprometido a revisar esas peticiones” junto con la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, indicó el portavoz, que precisó que hasta el momento no hay un plazo para que Obama tome una decisión.
El gobernador de Texas, Rick Perry, ha pedido un millar más de soldados para hacer frente a la creciente violencia en la zona fronteriza.
“Sé que (Obama) desde luego considerará” la petición acerca del envío de tropas y “toma muy en serio las peticiones de los gobernadores”, comentó Gibbs.
No obstante, el portavoz advirtió que la “militarización de la frontera” no resolverá los problemas a largo plazo.
Obama había apuntado que estudiaba el envío de soldados a la frontera con México en declaraciones a periódicos regionales.
Según publican hoy los periódicos del grupo McClatchy, el presidente aseguró que va “a examinar si el despliegue de la Guardia Nacional tendría sentido y bajo qué circunstancias tendría sentido”.
“Creo que es inaceptable tener bandas de narcotraficantes que cruzan nuestras fronteras y matan a ciudadanos estadounidenses”, explicó el presidente.
En lo que va de año, más de 1.000 personas han muerto en México por la violencia generada por el narcotráfico y las autoridades de EE.UU. han advertido que los incidentes comienzan a extenderse a ciudades como Phoenix o Atlanta.
Obama nombró el miércoles al jefe de Policía de la ciudad de Seattle, Gil Kerlikowske, como coordinador de la política antidroga de la Casa Blanca, un cargo que cobra gran importancia ante la situación en el vecino del sur.
En su rueda de prensa de hoy, Gibbs reiteró que la situación en México sigue siendo “motivo de preocupación” para el Gobierno estadounidense.
Además, subrayó la “admiración” de Obama por su colega mexicano, Felipe Calderón, por enfrentarse a los carteles de la droga.
Por su parte hoy, el presidente Felipe Calderón exigió un “mínimo” sentido de corresponsabilidad a Estados Unidos en el combate al narcotráfico y retó a quien crea que algún punto de México no tiene gobernabilidad a viajar al país para llevarlo él mismo y demostrarle que no es así.
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